¿Cuánto ganas al día?
La noche había caído ya.
Sin embargo,
un pequeño hacia grandes esfuerzos
por no quedarse dormido,
el motivo bien valía la pena,
estaba esperando a su papa.
Los traviesos ojos iban cayendo
pesadamente,
cuando se abrió la puerta
el niño se incorporo como impulsado
y soltó la pregunta que lo tenia tan inquieto:
Papi cuanto ganas por hora?-
dijo el niño con ojos muy abiertos.
El padre, molesto y cansado ...
fue tajante en su respuesta:
Mira hijo, ya no molestes y vuelve a dormir,
que ya es muy tarde.
Siii papi....solo dime,
cuanto te pagan por una hora de trabajo?
reitero suplicante el niño.
Contrariado,
el padre apenas abrió la boca para decir,
ochocientos pesos.
Papi,...me podrías prestar cuatrocientos pesos?
-pregunto el pequeño.
El padre se enfureció,
tomo al pequeño del brazo
y en tono brusco le dijo:
Así que para eso querías saber cuanto gano...no?
vete a dormir y no sigas fastidiando muchacho.
El niño se alejo tímidamente y.....
el padre, al meditar lo sucedido,
comenzó a sentirse culpable
y pensó
"tal vez necesita algo".
Queriendo descargar su conciencia,
se asomo al cuarto de su hijo
y con voz suave le pregunto:
Duermes hijo?
Dime papi, respondió el niño entre sueños.
Aquí tienes el dinero que me pediste.
Gracias papi-susurro el pequeño
mientras metía su manita debajo de la almohada,
de donde saco unos billetes arrugados.
!!!Ya complete!!!, grito jubiloso.
Tengo ochocientos pesos...
ahora papa
Me podrías vender una hora de tu tiempo?
La noche había caído ya.
Sin embargo,
un pequeño hacia grandes esfuerzos
por no quedarse dormido,
el motivo bien valía la pena,
estaba esperando a su papa.
Los traviesos ojos iban cayendo
pesadamente,
cuando se abrió la puerta
el niño se incorporo como impulsado
y soltó la pregunta que lo tenia tan inquieto:
Papi cuanto ganas por hora?-
dijo el niño con ojos muy abiertos.
El padre, molesto y cansado ...
fue tajante en su respuesta:
Mira hijo, ya no molestes y vuelve a dormir,
que ya es muy tarde.
Siii papi....solo dime,
cuanto te pagan por una hora de trabajo?
reitero suplicante el niño.
Contrariado,
el padre apenas abrió la boca para decir,
ochocientos pesos.
Papi,...me podrías prestar cuatrocientos pesos?
-pregunto el pequeño.
El padre se enfureció,
tomo al pequeño del brazo
y en tono brusco le dijo:
Así que para eso querías saber cuanto gano...no?
vete a dormir y no sigas fastidiando muchacho.
El niño se alejo tímidamente y.....
el padre, al meditar lo sucedido,
comenzó a sentirse culpable
y pensó
"tal vez necesita algo".
Queriendo descargar su conciencia,
se asomo al cuarto de su hijo
y con voz suave le pregunto:
Duermes hijo?
Dime papi, respondió el niño entre sueños.
Aquí tienes el dinero que me pediste.
Gracias papi-susurro el pequeño
mientras metía su manita debajo de la almohada,
de donde saco unos billetes arrugados.
!!!Ya complete!!!, grito jubiloso.
Tengo ochocientos pesos...
ahora papa
Me podrías vender una hora de tu tiempo?
Es importante dedicarles tiempo a nuestra familia sobre todo a los pequeños,
el tiempo corre y nunca mas serán niños, sin embargo el trabajo, el ocio, incluso los problemas seguirán estando ahí.
el tiempo corre y nunca mas serán niños, sin embargo el trabajo, el ocio, incluso los problemas seguirán estando ahí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario